miércoles, 11 de noviembre de 2009

Segunda parada: Centro Civíco Estación del Norte. Resultado: Más increible... TODAVÍA.

La semana entre conciertos fue fatídica. Mil llamadas para que todo estuviera bien organizado, ensayos y sobre todo muchísimos nervios resumen unos de los días más largos de nuestra historia. Tenía que ser EL concierto. Era el lugar indicado y estábamos preparados para hacerlo en condiciones, por lo tanto, habíamos decidido que lo íbamos a grabar de verdad con ganas de distribuirlo entre nuestra gente que para que pudiera escuchar las canciones cuando, donde y como quisiera.
Creíamos que íbamos a tener una audiencia aceptable en cuanto a la cantidad pero... nunca nos imaginásemos que fuera a funcionar casi-todo tan bien y... el casi en realidad influye a lo teóricamente más importante, la música, por que no fue la mejor de nuestras noches en ese aspecto, pero todo el resto y... aunque a simple vista parezca poco, fue tan impresionante...
Vayamos por partes que de nuevo se hace difícil contar desde el corazón de la banda, aun latiendo a 3000 revoluciones después de aquello, como transcurrió el espectáculo.
Llegamos allí a prepararlo todo a las 18:30 con todo nuestro material abarrotando dos coches cuando todavía estaban acabando de hacer su prueba de sonido los Antihéroes, magnífico grupo que nos acompañó en aquella velada.
Montamos los instrumentos, amplifica-dores, cámaras y el sistema de grabación en audio y el técnico de sonido nos ecualizó y empezamos nuestra prueba. Tocamos entonces "Creído", "Estrella de Nada" , "Escapar También" y "Tonta princesa" que eran las canciones clave de la noche, y, la verdad, no nos convencía del todo el sonido... será que todavía no estamos acostumbrados a tocar en sitios tan grandes pero nos sonaba todo como si faltase algo...
Sin preocuparnos mucho por eso, bajamos del escenario y nos metimos en camerinos a celebrar el cumpleaños de nuestro cantante con un delicioso catering que había preparado... champan y tarta hicieron de esa espera la más amarga-dulce de nuestra vida. Nos arreglamos y salimos al toro.
Estaba sonando la introducción musical que habíamos preparado, los nervios y la adrenalina rezumaban por la piel de cada uno de los componentes del grupo... esa sensación tan particular... tan fantástica. Salimos, luces casi apagadas, la gente se acerca a escena y... "un, dos, tres y..." "Tonta Princesa" de nuevo hizo explotar la bomba.
Es muy complicado hacer un análisis estrictamente subjetivo.... imposible desde la redacción de este blog, así que como musicalmente ya hemos dicho que no fue la "crème de la crème" ... vayamos al espectáculo que fue lo que, para variar, "salvó" nuestra actuación...
El Respetable se portó mejor que nuca, y nos hicisteis disfrutar a nosotros como enanos... fue maldito rock'n'roll desde la primera hasta la última nota... la ropa íntima lanzada a escena, la gente subida a hombros, los camerinos destrozados, Juan sin camiseta siguiendole el estilismo a Angus y Slash, Jesús y Aitor saltando al público en dos ocasiones... fue magnífico.
Conforme el concierto iba fluyendo nos íbamos dando cuenta de que no estaba sonando igual que en la Zeta pero no era, del todo, culpa nuestra, así que pasamos de eso y nos preocupamos de disfrutar que, al fin y al cabo y para bien o para mal, es lo que importa. Cuando llegó la última canción de los bises, "Estrella de Nada", Juan Tellez, sorprendió a la audiencia que ya estaba a la espera de cual sería la que habríamos preparado para ese concierto, saliendo con el torso desnudo, con un sombrero de copa y con su sonrisa característica... Si somos sinceros nos sorprendió hasta a nosotros mismos su actitud, ahora ya no es solamente un Rock'n'roll man por su arte para pasar de sus fans y por sus solos... poco a poco se lo empieza a creer, además, había un grupo de personajes porque, no se les puede llamar de otra forma que tentaron a Jesús a que saltase sobre sus manos... menos mal que no tenemos que lamentar víctimas ni mucho menos, ya que no solo fue él, sino que después a Aitor, le encantó la idea y él no iba a ser menos y nadaron, y nunca mejor dicho, sobre el público, y no solo en una ocasión sino dos...
Gracias, gracias, gracias y 300 millones de gracias a cada una de las personas que asisteis físicamente al concierto... sin vosotros no hubiera funcionado ni muchísimo menos, porque aunque todo vaya mal siempre conseguís salvarnos el pellejo.
Agradecer en punto y aparte por su trabajo y dedicación a Roberto, organizador del PopyRock y del 12 lunas por permitirnos dar por tercera vez un concierto en un lugar como ese y a Oscar y Dani por estar siempre cuando y donde se les necesita... ¡gracias chicos!

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